La ola de calor extrema que estamos viviendo en toda España pone de manifiesto un problema que existe en los centros educativos desde hace tiempo: la climatización de las aulas. Desde la Federación de Sindicatos Independientes de Enseñanza (FSIE) solicitamos al gobierno que adopte un "Plan estratégico nacional financiado para la climatización y adecuación de las aulas" que permita el desarrollo escolar de manera adecuada.
Tanto alumnos como profesionales de los centros, docentes y no docentes, padecen las consecuencias de esta falta de adaptación por parte de los centros. Una situación que se está agudizando con las altas temperaturas de los últimos días y que tienen que afrontar con los medios que tienen.
La regulación actual establece que la temperatura máxima en los centros de trabajo debe estar en los 26 o 27 grados. Y este umbral se está sobrepasando.
Desde FSIE preguntamos si es que esta regulación está planteada solo para algunos profesionales y solicitamos de nuevo al gobierno instalar sistemas de climatización, ventilación forzada y de purificación del aire ante esta problemática.
El secretario general de FSIE, Jesús Pueyo, recuerda que “es una cuestión fundamental en la que está en juego la salud de todos los trabajadores y menores de edad. No se debe permitir que en verano se estén soportando temperaturas extremas de calor y en invierno tengan que estar con las ventanas abiertas para alcanzar niveles aceptables de aire purificado y respirable. Las aulas, además, son en espacios reducidos con alto número de personas en su interior”.
No obstante, esta medida no es nueva. Recordamos que en mayo de 2021, en FSIE pedimos al Gobierno y las Comunidades Autónomas que empezaran a tomar medidas para dar realmente máxima seguridad y capacidad de prevención a los centros educativos ordinarios y de educación especial ante los problemas que la climatología y la pandemia estaban generando. Hasta la fecha no se ha hecho nada, más allá de que algunos centros adopten la jornada escolar. Y esta solución, creemos, es un parche.
Se está jugando con la salud y seguridad de cientos de miles de alumnos y docentes y no docentes. ¿Hasta cuándo? ¿Tendrá que pasar algo irreparable para que empiecen a hacer algo?